Para el quinto dia de Misa de Aguinaldos correspondió como virtud la Fe, que se refiere a nuestra convicción de que algo es cierto sin requerir de pruebas objetivas. Al apostol Tomás le faltó fe cuando no creyó que Jesús había resucitado porque no lo vió. En las lecturas bíblicas de hoy María creyó en su embarazo por obra de Dios y declaró su obediencia al decir "he aquí la esclava del Señor, hágase en mi según su palabra", cumpliendo así las profesías. Lo que movió a María a creer fue la fe.
Solemos creer en los hechos, pues podemos percibirlos con los sentidos. La Ciencia en gran parte es empirista y depende de los experimentos para probar que algo es verdad. En la ciencia la fe no tiene valor, pues no se trata de conocimiento sino de confianza en Dios. Por eso cuando la Iglesia valora milagros recurre primero a la ciencia y si algo no se puede probar con la ciencia, que es humana, queda entonces la fe en Dios.
Para nuestra vida cotidiana la fe implica que nos entreguemos a Dios, que confiemos plenamente en su infinita misericordia y grandeza y esperemos pacientemente que él obre en nuestras vidas. La fe nos ayuda a sobrevivir en el mundo turbulento de estos tiempos. Aunque nos gustaría cambiar muchas cosas, no tenemos el poder humano para conseguirlo, pero si tenemos fe en que Dios obrará a través de nosotros, esos cambios se darán.
Finalmente, debemos aprender a leer los mensajes de Dios en nuestra vida humana. Si tenemos fe, esos mensajes nos mostrarán que Dios está siempre con nosotros. Conseguir esa lectura no es fácil, pero ese es el reto que tenemos y que sólo alcanzaremos con la fe, que se cultiva diariamente igual que las demás virtudes de los dias anteriores.
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