Leía hace unos días sobre las fotomultas en la ciudad donde vivo, Cúcuta. El artículo advertía sobre qué cuidados deberían tener los ciudadanos para evitar ser castigados con una multa. Pero resulta que las multas son, lógicamente, consecuencia de una infracción a normas elementales:
- Pasar el semáforo en amarillo.
- Hablar por celular mientras conduce.
- No ajustarse el cinturón de seguridad.
- Estacionar el vehículo en sitios no autorizados.
- Pisar la senda peatonal o cebra.
- Hacer cruce prohibido...
Hay mucha gente que se queja, pues está acostumbrada a incumplir la normas y además el dinero de las fotomultas parece ir a un agujero negro.
También leía sobre la internación de vehículos venezolanos. Y al igual que las fotomultas hay quejas de los ciudadanos, pues el objetivo es recaudar más impuestos. Y, al igual que con las fotomultas, en Cúcuta se acostumbraron a comprar carro extranjero barato y en muchos casos a la compra y venta informal, a veces ilegal.
En las dos situaciones, si se analiza con cuidado, si con el tiempo cambia la cultura de
incumplir las normas, posiblemente las fotomultas y la internación de vehículos dejarán de ser ese
negocio que muchos critican...
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