El año pasado, mientras esperaba en la fila de un supermercado para pagar, estuve hojeando un libro titulado !Aquí no hacemos las cosas así¡ de John Kooter y Holger Rathgeber. Leí las dos primeras páginas y decidí comprarlo. Al llegar a casa lo leí sin detenerme. Hay varias cosas interesantes sobre es libro que me gustaría escribir:
Me gustaron mucho las ilustraciones del libro, el cual usa las comunidades de suricatas como metáfora para hablar sobre el liderazgo y la gestión de las organizaciones en el contexto actual de cambios acelerados, profundos, permanentes y a veces abruptos.
Como lo muestra la imagen anterior, ante el cambio siempre existirá rechazo, miedo, disgusto, indiferencia, inconformidad, etcétera. Es el dilema eterno entre el statu quo y lo nuevo, que no debería generar peleas sino debate, acuerdos, compromisos y acciones.
La posibilidad de dar ese debate y de reconocer y permitir los cambios depende mucho de la estructura de las organizaciones, de su cultura y en general, de la política, del ejercicio del poder. El libro muestra dos comunidades de suricatas, cada una con modelos diferentes: La primera rígida y conservadora, orientada a la gestión, las jerarquías, los procedimientos y, en general, la burocracia, con muy poco espacio para el cambio y la evolución.
La segunda más flexible y liberal, orientada
al liderazgo, la comunicación, el trabajo en equipo, con más libertades
para proponer, cambiar y evolucionar, aunque no del todo. Al fin de cuentas la primera ley de Newton sigue vigente para casi todo en la tierra y la inercia es el estado natural de las cosas.
Me gustó mucho la trama del libro, que pone en la vida de las suricatas ese escenario que muchos hemos vivido cuando nos dicen !Aquí no hacemos las cosas así¡ o !Aquí siempre hemos hecho las cosas así¡ Además, deja clara la importancia tanto de la disciplina burocrática como de la libertad del liderazgo. La necesidad de mecanismos rigurosos como los organigramas y los procedimientos, así como mecanismos flexibles para deliberar, como los comités.
En el libro, aquellas suricatas que insistían en el cambio tuvieron que salir de su comunidad y enseñar y aprender sobre el cambio por fuera, para luego regresar y convencer a su comunidad, aunque no estan fácil como parece. Al final, la conclusión era evidente desde el principio. Siempre se requiere un equilibrio, una visión más holística o sistémica, se requiere la sinergia entre diferentes visiones, modelos o posiciones (y oposiciones). Y hay que recordar que la sinergia va mucho más allá de juntar o sumar las partes.
Hay una frase a mitad del libro que resume mucho el aprendizaje de las suricatas que salieron de su comunidad y de lo que es el libro en sí mismo:
"...Sobre el ejercicio del poder desde cualquier posición, sobre la pasión, la visión, el voluntariado y la creatividad... Sobre cómo es posible afrontar desafíos completamente nuevos y desconocidos con una rapidez asombrosa..."
Muchos consideran que es bueno esperar y que los cambios se darán posteriormente, que no hay que forzar las cosas pues al chocar con los poderosos siempre se pierde. Por eso la pasión y la visión son claves y es algo que los líderes jamás olvidan. Pero el liderazgo en sí mismo es insuficiente sin el poder y el poder (ya lo dijo Foucault) está en las pequeñas disciplinas, en las prácticas, en eso que llaman la gestión y que a veces se interpreta como repetir recetas, pero es otra cosa muy diferente...
Al final el libro abandona la metáfora de las suricatas y regresa a la teoría administrativa. Resume muchas de las ideas en un cuadro que procura un equilibrio entre los dos modelos clásicos de organizaciones, el modelo del liderazgo, trabajo en equipo, comunicación, debates y acuerdos y el modelo burocrático y rígido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Libertad de expresión pero con identificación. Díme quién éres y comenta este blog...