En mi cumpleaños del año 2021 me regalaron el libro El Relojero Ciego, de Richard Dawkins, publicado originalmente en 1986, pero que sigue siendo un libro de lectura y referencia obligada en muchos contextos.
El libro estuvo guardado por un año y aprovechando las vacaciones cumplí el reto de leerlo. Fue difícil, porque es un libro bastante denso, pero su escritura motiva a leer, entusiasma y ayuda a recordar aprendizajes de otros tiempos, a reforzar creencias y teorías y pensar sobre el pasado, el presente y el futuro. Finalmente, lo clave de un libro es que nos deje preguntas, que nos ponga a pensar, para así aprender y evolucionar.
Precisamente esta última palabra es el tema del libro: la evolución, la teoría de Charles Darwin sobre el origen de las especies y todos los avances y argumentos científicos y filosóficos para pensar que esa es la explicación más acertada para nuestra existencia, la pregunta más difícil ¿De dónde venimos? ¿Cuál es nuestro origen?.
El autor plantea que el mayor de todos los misterios de la humanidad está resuelto desde la obra de Darwin vió la luz, pero que muchas personas lo ignoran o no lo comprenden o no lo aceptan. Y por eso el libro tiene como propósito inspirar, más que informar o persuadir.
A lo largo de once (11) capítulos, el autor muestra cómo se originó la vida y su evolución gradual, por selección natural, hasta la aparición del Homo Sapiens, el ser humano. Aunque hay eslabones perdidos, casi imposibles de demostrar, la teoría ofrece una argumentación que encaja bien y que soporta la idea de que venimos del polvo, de la arcilla, algo muy simple y que por evolución, sin ningún diseño ni fin preestablecido, fuimos creciendo en complejidad a través de miles de millones de años.
La escala de tiempo de la evolución es un elemento fundamental en la teoría: primero porque los seres humanos no podemos concebir escalas muy grandes ni muy pequeñas, máximo escalas en décadas, hasta 100 años, que es el máximo de vida posible. Segundo porque la teoría funciona bien con esas escalas de tiempo de miles de millones de años, un proceso largo y lento.
Otro elemento es la probabilidad y el azar. El autor enfatiza en que la teoría evolutiva no propone que la evolución ocurre por suerte, sino que del amplio espectro de probabilidades de mutaciones genéticas, la naturaleza selecciona aquellas que permiten mantener la vida, reproducirse, fortalecerse y ser cada vez más complejo, tan complejo como el ser humano, que es la cúspide del proceso evolutivo.
El autor niega la existencia de Dios, de ahí el título de Relojero Ciego. Niega que la evolución sea planificada y con un fin último. Esto permite afirmar que en otros planetas similares a la Tierra se podría formar vida de manera similar, solo que se requieren eónes (miles de millones de años) para que esa evolución sea posible.
En una parte del libro plantea la hipótesis de la evolución que sigue, que falta y que solo se verá en miles de millones de años. La hipótesis apunta a que evolucionaremos a ser computadores, Inteligencia Artificial, como en la película de Steven Spielberg.
Yo discrepo del autor en los argumentos sobre Dios, pero coincido en que la teoría aporta una explicación valiosa a ese misterio de nuestra existencia. Un misterio que solo fue posible con un Dios que obró sobre el planeta para hacer posible la vida, de lo contrario, por mucha argumentación que se tenga, seríamos una mera casualidad...
Pienso que no sabemos nada del pasado ni del futuro, es solo teoría que intenta explicar lo que desconocemos y que lo consigue de manera convincente. Hay varios hechos, evidencia fósil, teoría física, química y biológica y toda una argumentación que permiten confiar en la evolución como una explicación sólida al misterio de nuestra existencia. Pero sigue siendo teoría, casi imposible de demostrar por las escalas de tiempo. A lo mejor en mil millones de años la humanidad mute a otra cosa diferente y quede demostrada la teoría, pero, por ahora, es teoría...
Vi en un curso que es más lo que "no sabemos que no sabemos" que lo que "sabemos" y lo que "sabemos que no sabemos". La teoría evolutiva cabe dentro de lo que "sabemos" y lo que "sabemos que no sabemos", pero el resto sigue siendo un misterio y en ese misterio cabe Dios...
Gracias a mi amigo Eduard Gilberto Puerto Cuadros por regalarme este libro. Seguramente estará en desacuerdo conmigo, pero de eso se trata nuestro trabajo... Ojalá sigamos debatiendo científicamente sobre tantos misterios de nuestra vida y sigamos trabajando por cambiar el mundo desde nuestro pequeño micro-contexto...
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