Hoy es Domingo de Ramos. Anoche me acosté casi a media noche y ésta mañana no quería levantarme. Estuve en cama hasta casi las 9 a.m. Me levanté gracias a que me escribiste y eso me dió fuerzas para empezar el día. Ésta madrugada había pensado en quedarme en la cama todo el día, no quería levantarme y enfrentar mi realidad...
Logré desayunar bien, leer prensa, leer la homilía del Papa, ver en TV algo de la trasmisión desde Roma y ahora escribo...
Iré a misa de 11 a.m. y confío en que las oraciones, la música, las palabras del sacerdote, el ambiente santo y la energía de las personas me ayuden. Necesito salir adelante y transformarme. Cómo dice la homilía del Papa necesito seguir caminando mi vida...
Gracias a tí por estar ahí. Quisiera abrazarte fuerte y tenerte junto a mi...
Son las 5p.m. Mientras mi familia va a pasear el perro, aprovecho para escribir... Aceptaste ir a almorzar, estabas cansada y saliste, gracias. Hablamos y te conté aquello que me atormentaba y quería decirte. Ojalá nada cambie y te siga teniendo cerquita de mí. Mis palabras y sentimientos son sinceros y no quiero que te alejes de mi. Dios nos bendiga a los dos...
11 p.m.
Después de llegar de donde mi mamá, seguimos hablando un rato por chat. Noté en tu voz más energía que a mediodía, así que te envié un mensaje final y ahora iré a dormir. Mañana espero levantarme temprano a correr un rato, planeo hacer almuerzo, intentaré cerrar algo del trabajo y trataré de no pensar y pasar el día en soledad...
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