La segunda Misa y Novena de Aguinaldos trae como virtud el amor. ¿Qué es el amor? pregunta el sacerdote.
La respuesta de hoy la escuché en una misa anterior: El amor es la manifestación de Dios en nosotros los humanos. Entonces primero debemos encontrar el amor en nosotros mismos, encontrar a Dios. Sólo después podemos afirmar que amamos al prójimo. Y para eso son necesarias cinco cosas:
Primero se requiere conocimiento de uno mismo, conocerse. Segundo, al conocer nuestro ser, debemos valorarnos, que significa darle valor a nuestras virtudes (y también a nuestros defectos), a lo que somos. En tercer lugar debemos aceptarnos, aceptar lo que somos, reconocer y defender nuestra dignidad. En cuarto lugar debemos enriquecernos a diario, pero no se trata de riqueza material, no se trata de dinero o bienes ni de un cuerpo escultural. Es claro que eso es importante, pero lo que debe cultivarse es el espíritu, la intelectualidad, la cultura. Por último, el quinto elemento es entregarse, darse a los demás. Amar al prójimo implica conocernos para valorarnos, valorarnos para aceptarnos, aceptarnos para enriquecernos y enriquecernos para entregarnos.
A través del tiempo vamos cambiando, evolucionamos desde niños y hasta la muerte. Ese cambio implica un crecimiento individual para dar nuestra vida por los demás, como lo hizo Jesucristo. Entonces regresamos al dia de ayer: necesitamos sabiduría para encontrar a Dios, para conocernos. Sin conocimiento estaríamos obrando por mero capricho humano o, peor aún, por costumbre. Obrar sin amor implica obrar injustamente.
Algo muy parecido a la idea de synentropya: la falta de conocimiento implica entropya que impide el crecimiento del sistema. La synergya es esa idea del amor que mencionó el sacerdote y que le ha permitido a la humanidad evolucionar hasta lo que es hoy.
Pienso, entonces, que todo lo malo de nuestra humanidad postmoderna es resultado de la costumbre caprichosa de obrar sin amor. Algo de eso dice una canción de Silvio Rodriguez:
Algo muy parecido a la idea de synentropya: la falta de conocimiento implica entropya que impide el crecimiento del sistema. La synergya es esa idea del amor que mencionó el sacerdote y que le ha permitido a la humanidad evolucionar hasta lo que es hoy.
Pienso, entonces, que todo lo malo de nuestra humanidad postmoderna es resultado de la costumbre caprichosa de obrar sin amor. Algo de eso dice una canción de Silvio Rodriguez:
"... El problema vital es el alma
El problema es de resurrección
El problema señor
será siempre sembrar amor ..."
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