Son las 9 a.m. Debo bañarme y desayunar algo, antes ir a misa. Desperté muy temprano y luego sueño intermitente de 1 hora, pero he dormido...
Te escribí y te envié audios y la misma canción de ayer, con un fragmento de letra. Estoy aún en la cama, oyendo música y pensando... Aquel fin de semana juntos me marcó el alma y te extraño todo el tiempo...
Pido a Dios guía y fortaleza para seguir adelante en mi vida. Quiero que sea contigo, pero depende de Dios y de tí. De mi parte seguiré trabajando cada instante porque ésta ilusión se haga realidad y sea algo que se quede para siempre, como la salsa de Niche:
Antes de ir a misa te llevé el regalo que te traje del pueblo el 1 de mayo y mi detalle acostumbrado de los sábados... Y prometiste visitarme más tarde, así que te espero con alegría y paciencia... y si no se puede por la lluvia o si te duermes, seguiré esperando...
7 p.m.
Llegaste a mi apartamento casi a las 4 y acabo de salir a comprar algo de comer para los dos. Ésta tarde ha sido linda y hemos hablado, he hablado y has hablado y sigo ilusionado, cada vez más... Gracias y arriesga conmigo, te prometo que un nosotros es posible si lo construimos juntos y será lindo...
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