lunes, 16 de junio de 2014

Los enemigos de la derecha

Ayer 15 de junio, de los 32.975.158 colombianos habilitados, el 47,89% ejerció su derecho al voto, lo que representa un 7,82% más de que en la primera vuelta el pasado 25 de mayo, un poco más de dos millones y medio (2.578.657 para ser exactos). Esto es algo que debe destacarse de las elecciones presidenciales en segunda vuelta, mejoró la participación ciudadana, aunque la abstención sigue siendo muy alta para el ideal democrático de muchos y se sigue manteniendo el bipartidismo, conservadores y liberales.

La extrema derecha colombiana, representanda en Alvaro Uribe Vélez, contra la tradición, esperó a que el presidente reelecto hablara y salió nuevamente a sembrar el odio y la mentira, a decir que hubo fraude y mermelada, que se violó la ley de garantías y que, por eso, PinochOIZ no ganó. Nuevamente lanzando afirmaciones sin pruebas, con el respaldo silencioso del procurador Ordoñez, quizá igual o más a la extrema derecha. Muy diferente fue la actitud de Martha Lucía Ramirez, Oscar Iván Zuluaga y el resto del equipo azul, quienes felicitaron al ganador y aceptaron la derrota, a sabiendas de que los casi siete millones de votos obtenidos son una demostración de que en Colombia hay democracia y que conviene alejarse del extremismo de Uribe. Hoy el bufón del Uribismo, Pachito Santos,salió a los medios a decir que se "viene persecución política, económica y legal" contra su movimiento, de modo que no es raro que el procurador anuncie indagatorias preliminares contra "los masones y ateos liberales, ahora amigos de los comunistas pecadores".

Pero los números no mienten. Si se suman los votos en primera vuelta de la derecha (Partido Conservador) y extrema derecha (Centro Democrático), suman menos que los votos del Partido Liberal unido con la izquierda (Polo y UP) y la Alianza Verde (Centro Verde e Izquierda Progresista). Para la segunda vuelta, como lo muestra la siguiente gráfica, esa diferencia aumentó.

Comparación votos conservadores (la derecha, azules) y liberales (rojos) en elecciones presidenciales 2014, primera y segunda vuelta

La derecha colombiana anunció, en palabras de Martha Lucía Ramirez, que no hubo vencedores ni vencidos, pero la realidad que en su corazón conocen es que perdieron desde la primera vuelta, desde que guardaron silencio respecto a Uribe, en lugar de alejarse. No hay nada más peligroso que los extremos, siempre están cerca de los abismos y los enemigos de la derecha, su abismo, son los extremistas de derecha, Alvaro Uribe Velez y Alejandro Ordoñez, son ellos los que mantuvieron en el poder al liberalismo, porque sembraron un temor más fuerte que el que pueden generar las FARC: El temor de regresar a esas épocas tristes de la dictadura, donde sólo tenía valor la palabra del capatáz del Ubérrimo y las demás palabras eran perseguidas y silenciadas, incluso con la muerte si era necesario, con la motosierra y los hornos de ladrillo en la frontera cucuteña. El temor de perseguir con la biblia a mujeres y librepensadores, a expresiones de sexualidad diferentes, de perseguir con el abuso del poder que da la ley a quienes piensan diferente, a los subversivos de ideas.

Por eso me causó mucha risa la ignorancia política de Luis Carlos Velez, director de Noticias Caracol, quien, en su columna en El Espectador, afirmó que la decisión de las elecciones fue motivada por el futbol, por la emoción del triunfo de la selección Colombia en el mundial de Brasil. Es una mentira, el voto a favor de Santos no fue un voto de emoción positiva, fue todo lo contrario, un voto de emoción negativa, de miedo. El miedo, por ejemplo, del Magisterio, que ya se veía trabajando las dos jornadas el próximo año, con el mismo sueldo miserable de siempre y, lo peor, sin poder protestar, porque para el Uribismo quien protesta es terrorista. El miedo de las víctimas, tanto las que han podido recuperar sus tierras, como aquellos que añoran recuperarlas y regresar, después de las masacres de paramilitares apoyados por Uribe. El miedo de la comunidad homosexual y demás tendencias, pues con Uribe en el poder, manejando los hilos de PinochOIZ, estaba listo el camino para la presidencia de Ordoñez y el regreso de la inquisición. El miedo que sigue, por el salto al vacío de quienes confiamos en un control político estricto, por parte de los pocos congresistas confiables, pues aún no se sabe si los lentejos azules se unirán en el capitolio al capatáz del Ubérrimo o a la paloma mermelada...

Los enemigos de la derecha están dentro de ella, el Furibismo y el Ordoñismo, el imperio de la muerte y la mentira por mantener el poder y el imperio de la ley burocratizada y clerical en busca del poder. Pero la derecha también tiene claro que hay casi o más de ocho millones de enemigos que votaron en su contra, que somos amigos de la libertad, de la transparencia, que queremos la PAZ sin CORRUPCIÓN, que creemos en la posibilidad de un Estado de Derecho que propicie la igualdad, que se sepa autoregular y cambiar, que evolucione subvirtiendo ideas de manera democrática. Somos ocho o más millones de colombianos enemigos de la derecha pero demócratas, por lo cual no somos peligrosos, a diferencia de esos dos extremistas que desde adentro ponen en riesgo no sólo al partido sino a todo un país.

Muy bien lo dijo Mockus, "hoy se demostró que la unión hace la fuerza", la unión es sinergia, algo de lo que Uribe y Ordoñez conocen muy poco, pues son caos, entropía. Logramos ganarle la batalla a "la guerra sin fin", ahora viene la vigilancia para que se cumpla la promesa de "el fin de la guerra". Pero, después de que termine la guerra, todo será caos y entropía, de manera que desde ya hay que comenzar a hacer sinergia para el postconflicto, hay que estar vigilantes, con los ojos bien abiertos, llenos de SynEntropya.

Fe de erratas: En la entrada anterior, la gráfica del voto en blanco, por error de Microsoft Excel ;) el eje Y quedó con la leyenda equivocada.

Rimas:
No importa si es de derecha,
si es del centro o de la izquierda,
lo que interesa es que el pueblo
su democracia no pierda.

Que Furibe se vaya al Ubérrimo
a ejercer como capatáz
y deje a Santos tranquilo
para que firme la PAZ.