Cuando niño, a través de la formación de mi familia y la escuela me inculcaron un gran respeto por el lenguaje (las letras, las palabras, las frases, los párrafos...), lógicamente por nuestro contexto en idioma Español o Castellano. En esa formación un instrumento indispensable era el diccionario y el primer recuerdo que tengo es el diccionario Aristos, de la editorial Sopena, originaria de España. Cualquier duda que se tuviera sobre una palabra, frase, signo de puntuación, ortografía y en general cualquier duda sobre el lenguaje se resolvía primero en el diccionario Aristos, era la fuente primaria antes que cualquier otro libro. El diccionario Aristos aún existe, hay nuevas ediciones y versiones mixtas entre papel y digital. También está dentro de mis recuerdos el Pequeño Larousse Ilustrado, aunque físicamente nunca lo tuve en casa, lo prestaba y, para efectos de resolver dudas, siempre preferí el diccionario Aristos.
Hoy gracias a los avances de la tecnología disponemos en Internet de muchos diccionarios, con referencias a las fuentes e incluso notas históricas. Por ser la autoridad de los hispanohablantes el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE) es, probablemente, el más consultado en el mundo virtual (yo suelo consultarlo). Aunque hoy es mucho más sencillo que antes disponer de un buen diccionario para aclarar dudas sobre el lenguaje, desafortunádamente, la buena costumbre de usarlo se viene perdiendo y es muy común encontrar errores idiomáticos, algunos muy elementales y otros más complejos. En el contexto colombiano existen propuestas interesantes que procuran reducir esta situación, como por ejemplo "El profesor Super O", los libros y columnas de prensa de Soledad Moliner y Fernando Ávila y una amplia lista de blogs a los cuales me quiero sumar desde Synentropya, para reducir la entropía idiomática.
Hoy comienzo con un caso muy particular de una larga lista de faltas idiomáticas, por eso enumero esta entrada como la primera parte "I" y con el paso del tiempo publicaré otras, según mis vivencias, recuerdos y, posiblemente, interéses...
Hoy comienzo con un caso muy particular de una larga lista de faltas idiomáticas, por eso enumero esta entrada como la primera parte "I" y con el paso del tiempo publicaré otras, según mis vivencias, recuerdos y, posiblemente, interéses...
Guión bajo o raya al piso " _ " y guión medio "- "
La popularidad del correo electrónico y las redes sociales ha comenzado a cambiar la frecuencia de uso de algunos símbolos, particularmente "@", "-" y "_", que antes eran muy poco vistos en textos escritos y mucho menos oídos en la oralidad cotidiana. ¿Cómo se leen correctamente estos símbolos?, ¿cómo los leyó usted en la frase anterior? Para el primer símbolo no hay inconveniente, por eso no aparece en el subtítulo, la gran mayoría de las personas lo nombra correctamente, "arroba". Los dos otros dos símbolos tienen nombres muy sencillos y muy antiguos, son el "subrayado" y el "guión", pero coloquialmente muchos los llaman "guión bajo o raya al piso" y "guión medio". Quienes tuvieron la oportunidad de asistir a clases de mecanografía y escribir en una máquina de escribir mecánica antes que en una digital o un computador recordarán la manera como se subrayaba un texto, es decir la manera como se escribía el caracter subrayado... y me tendrán que disculpar los promotores y adeptos de Wikipedia...
Después de escribir esta entrada segúramente habrá críticas de algunos y actos de contricción de otros, pero conviene mantener el nombre de las cosas en lugar de cambiarlo con el argumento del desconocimiento, el cual podría aceptarse en casos como el "circunflejo ^ ", pero no para el "subrayado _" y el "guión -"...
Después de escribir esta entrada segúramente habrá críticas de algunos y actos de contricción de otros, pero conviene mantener el nombre de las cosas en lugar de cambiarlo con el argumento del desconocimiento, el cual podría aceptarse en casos como el "circunflejo ^ ", pero no para el "subrayado _" y el "guión -"...