sábado, 16 de mayo de 2020

Poesía y Educación

Encontré un artículo titulado Rabindranath Tagore y sus ideales sobre la educación, en el que citan dos ensayos suyos titulados La Escuela del Poeta y El Maestro Ideal. Quiero dejar aquí guardados dos fragmentos que cita ese artículo y que hacen parte del pensamiento de Tagore:

"Children run out of the Temple and play in the dust. God watches their games and forget the priest (Los niños abandonan corriendo el templo y juegan en el polvo. Dios contempla sus juegos y olvida al sacerdote)" (La Escuela del Poeta).


"...Un maestro nunca puede enseñar verdaderamente a menos  que  él  esté  todavía  aprendiendo...  La  verdad  no  solo  debe  informar  sino que también debe inspirar. Si la inspiración muere y la información se acumula, entonces la verdad pierde su infinitud..." (El maestro ideal).

Hay también un poema que me gusta mucho, del poeta colombiano Samuel Vásquez y que también quiero dejar aquí:

Cuestión

Preguntar demanda fuerza y suavidad
porque es una exigencia y un ruego
Preguntar es tocar: la voz
una mano ciega que tañe el universo
La pregunta, inquisición de seda,
nos hace amos y siervos a la vez
El poema es la respuesta que pregunta
Miramos a un hombre y vemos a una pregunta
El hombre es arcilla repleta de preguntas
y con cada pregunta desafía al silencio
La pregunta, confesión y deseo,
no descansa ni en el diván de la respuesta
La respuesta tiene complejo de superioridad.

Siempre que escucho hablar de educación y siempre que asisto a reuniones y encuentros sobre educación y siempre que estoy en el salón de clase con mis estudiantes (ahora en el salón virtual) recuerdo, entre muchos otros, estas tres ideas...

viernes, 15 de mayo de 2020

Mis profesores

Julián de Zubiria promovió este año en redes sociales el hashtag #GraciasMaestros y lideró una Twitteraton por los maestros colombianos. Yo suelo usar más Facebook que Twitter, pero procuré publicar en ambas redes sociales. Transcribo aquí el ejercicio de memoria que realicé el quince (15) de Mayo de este año de Pandemia. En el Dia del Maestro intenté recordar a todos mis profesores. Aunque olvidé algunos, el porcentaje de memoria fue alto.


Este es el primer poema que memoricé, después de las coplas de mi papá, que me las enseñaba mi mamá Margarita Contreras Rico, que fue mi primera profesora... no recuerdo el autor pero si la profesora: Clara Villamizar (Chinácota, primero primaria). En segundo primaria la profesora fue Sonia Gil y en tercero primaria y 2 meses de cuarto primaria la profe fue Zulay Villamizar, ambas también en Chinácota. Y la profe de religión era Hermelina Buitrago, quien nos contaba la historia de que el niño Dios había convertido el aserrín y los churcos de la madera en sancocho 😊. El rector de la escuela era el profesor Obdulio Rozo. Aún recuerdo la formación, rezar el Rosario y cantar el Himno Nacional. Cada semana se memorizaba una estrofa 🤦‍♂️
Luego migramos del pueblo. En cuarto y quinto primaria la profe fue Esperanza Gil... luego sigo con los profes de bachillerato...

Gratitud

Mi gran profesora
noble de verdad
me enseña a ser bueno,
me enseña a rezar.
En todo momento
me da una lección
para que en la vida
me vaya mejor.
Con letras y números
me empieza a equipar
para mi conquista
de ciencia y verdad.
Y ya que por ella
recibo gran luz
prometo guardarle
siempre gratitud.

En el colegio uno tenía un profesor titular del curso y un profesor por materia. Voy a tratar de nombrarlos en orden cronológico, aunque no es sencillo:

Paulo Carrillo, titular en 6° y profesor de español. Hacíamos centro literario todas las semanas. Ya murió el profe...

Luz Stella Polanía, profesora de inglés y francés en casi todos los años.

Dinael Parada y Carlos Rojas, de matemáticas en 6° y 7°.

Maria Dela Rojas (nunca supe cómo escribir el nombre, así que tomo el de mis registros de notas). Titular en 7° y profesora de biología y salud.

Marlene Palacios, titular en 8°, también profesora de biología y salud.

Maria Eugenia Peñaloza, titular en 9° y profesora de ciencias sociales (historia y geografía) y de filosofía en 10°.

Elsa Mendoza, profesora de taquigrafía, mecanografía y comerciales.

Victor Hugo Mogollón, profesor de español, inglés y francés de 9°, 10° y 11°.

Gabriel Olaza Gelvez, titular en 10° y 11° y profesor de Matemáticas desde 8°en varios cursos.

Profesor Francisco "pacho" Duarte, de biología en 9° y química en 10°.

Daniel Nuñez, Reinel Romero y Elsa Zapata, de educación física.

Profesor Jairo Camacho, de matemáticas y física desde 8° en varios cursos.

Profesora Doris(no recuerdo el apellido y perdí esos registros), profesora de Química en 11°.

El sacerdote Vicente Rojas, profesor de religión en todos los grados y de filosofía en grado 11°.

Profesora Rosa Edilma Castellanos, pisocorientadora

Hay muchos otros...

En 10° y 11° uno estudiaba en el CASD, de allí recuerdo principalmente al profesor Ciro Quiñonez.


Y llegó la Universidad... Tengo en mi agenda la lista de todos los profesores... Aquí voy por cada semestre...


Semestre 1

Fabio Augusto Corzo Salamanca, Intro. a Ing. de Sistemas
Juan Fernando Ortega, Cálculo I
Hector Miguel Parra López, Programación I
Eduardo Zárate Caballero, Dibujo Técnico
Enrique Lindarte, Inglés I
Isabel Salas, Técnicas de Estudio y Metodología de  Investigación...


Semestre 2

Alvaro Mejía, Programación II
Carlos Casadiegos, Cálculo II
Juan Fernando Ortega, Algebra Lineal
Aura Nelly Vera, Ofimática
Gabriel Peña, Física I
Rubby (no recuerdo apellido), Inglés II

Semestre 3

Jairo Cely Niño, Cálculo III
Jorge Enrique Salazar, Algebra Moderna
Gustavo Tinjacá, Programación III (Cobol)
Martha Blanco, Constitución Política
Emma Gamboa, Principios de Administración
William Espinel, Física II
Victor Useche, Laboratorio Física I

Semestre 4

Jairo Cely Niño, Cálculo IV
Nestor Rojas, Métodos Numéricos
Luis Alberto Suarez, Estructuras de Datos
Carmen Rosa Vera, Sistemas Administrativos
Adolfo Bolívar Grimaldos, Física III
Victor Useche, Laboratorio Física II
Jorge Reyes, Ajedrez I (le decía Chaturanga)

Semestre 5

Juan Simón Jaimes Boada, Cálculo V
José Martín Calixto Cely, Teoría de Grafos
Oscar Moros, Estadística y Probabilidad
Janeth Parada, Teoría de Sistemas
Jose Ricardo Castillo, SocioAntropología
Javier Barros, Circuitos Eléctricos
José Antonio Alvarez Trillos, Sistemas Contables

Semestre 6

Saury Tomas, Investigación de Operaciones
Psicología, Adriana Castellanos
John Jairo Ramirez, Electrónica
Humberto Barajas, Análisis y Diseño de Sistemas
Frank Saenz, Ensamblador
Patrocinio Ararat, Sistemas Financieros


Semestre 7

Cesar Alberto Niño, Modelos
Mery Janeth Sarmiento, Compiladores
Pilar Rodriguez, Ing de Software
Jose Ricardo Castillo, Relaciones Humanas
Jorge Enrique Salazar, Circuitor Lógicos
Oscar Pérez, Htas de programación
Janeth Parada, Informática Educativa


Semestre 8

Oscar Gallardo, Sistemas Operativos
Juan Carlos Martinez, Psicología Industrial
Jorge Enrique Salazar, Simulación Analógica
Alfonso Jimenez, Ingeniería Legal
Boris Morales, Computación Gráfica
Janeth Parada, Bases de Datos


Semestre 9

Luis Alberto Suarez, Teleprocesos
Ema Gamboa, Administración de Centros de Cómputo
Humberto Barajas, Auditoría I
Simeón Sepúlveda, Ética
Hugo Portilla, Simulación Digital

Semestre X

Carlos Eduardo Pardo, Redes
Blamir Palacios, Evaluación de Proyectos
Ema Gamboa, Auditoría II
Rafael Ocampo, Sistemas Operativos II
Jefrey Ardila, Inteligencia Artificial

Y ahora siguen los profesores de Maestría...


Empecé una Maestría en la Universidad de los Andes de Mérida, Venezuela, la ULA, allí aprendí mucho pero no terminé, aquí la lista de esos profesores:

Leandro Rabindranat Gómez León, Análisis y Diseño de Algoritmos
Jacinto Dávila, Lógica y Matemáticas para Computación
Alexander Parra Uzcátegui, Sistemas de Información Geográfica
Domingo Hernández, Ingeniería de Datos
Wladimir Rodríguez, Desarrollo de Aplicaciones Empresariales y seminarios
Reinaldo Mayol, Seminario de Criptografía
Gerard Páez Monzón, Seminario de Arquitectura de Computadores
Flor Narciso, Lenguajes de programación, compiladores y teoría de computación

Y de la Universidad Nacional de Colombia:

Elizabeth León Guzmán, Seminario
Beatriz Helena Díaz Pinzón, Sistemas de Información
Jean Pierre Charalambos Hernández, Seminario
Jonatan Gómez Perdomo, Seminario
Jose Ismael Peña Reyes, Sistemas de Información y Tutor de Proyecto

Hay muchos más profesores...
#GraciasProfesores

Lo que cada uno de nosotros es hoy y será mañana es el resultado de la sinergia entre nuestra individualidad y lo que compartimos y colaboramos con los demás. En ese proceso los profesores marcamos y nos marcan por siempre...
teach+learn

Fin del Hilo!

viernes, 27 de marzo de 2020

Meditación del Papa Francisco en bendición Urbi et Orbi por pandemia del coronavirus

La bendición Urbi et Orbi se hace solo en la Pascua de Resurreción y en la Navidad. A hoy 27 de marzo de 2020, debido a la Pandemia de Coronavirus que inició en China en diciembre del año pasado, el Papa Francisco realizó una celebración especial e impartió esta bendición. A continuación transcribo el texto completo de la medicación:



«Al atardecer» (Mc 4,35). Así comienza el Evangelio que hemos escuchado. Desde hace algunas semanas parece que todo se ha oscurecido. Densas tinieblas han cubierto nuestras plazas, calles y ciudades; se fueron adueñando de nuestras vidas llenando todo de un silencio que ensordece y un vacío desolador que paraliza todo a su paso: se palpita en el aire, se siente en los gestos, lo dicen las miradas.
Nos encontramos asustados y perdidos. Al igual que a los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente.
En esta barca, estamos todos. Como esos discípulos, que hablan con una única voz y con angustia dicen: “perecemos” (cf. v. 38), también nosotros descubrimos que no podemos seguir cada uno por nuestra cuenta, sino solo juntos. Es fácil identificarnos con esta historia, lo difícil es entender la actitud de Jesús.
Mientras los discípulos, lógicamente, estaban alarmados y desesperados, Él permanecía en popa, en la parte de la barca que primero se hunde. Y, ¿qué hace? A pesar del ajetreo y el bullicio, dormía tranquilo, confiado en el Padre —es la única vez en el Evangelio que Jesús aparece durmiendo—.
Después de que lo despertaran y que calmara el viento y las aguas, se dirigió a los discípulos con un tono de reproche: «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?» (v. 40). Tratemos de entenderlo. ¿En qué consiste la falta de fe de los discípulos que se contrapone a la confianza de Jesús? Ellos no habían dejado de creer en Él; de hecho, lo invocaron. Pero veamos cómo lo invocan: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?» (v. 38).
No te importa: pensaron que Jesús se desinteresaba de ellos, que no les prestaba atención. Entre nosotros, en nuestras familias, lo que más duele es cuando escuchamos decir: “¿Es que no te importo?”. Es una frase que lastima y desata tormentas en el corazón. También habrá sacudido a Jesús, porque a Él le importamos más que a nadie. De hecho, una vez invocado, salva a sus discípulos desconfiados.
La tempestad desenmascara nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto esas falsas y superfluas seguridades con las que habíamos construido nuestras agendas, nuestros proyectos, rutinas y prioridades. Nos muestra cómo habíamos dejado dormido y abandonado lo que alimenta, sostiene y da fuerza a nuestra vida y a nuestra comunidad.
La tempestad pone al descubierto todos los intentos de encajonar y olvidar lo que nutrió el alma de nuestros pueblos; todas esas tentativas de anestesiar con aparentes rutinas “salvadoras”, incapaces de apelar a nuestras raíces y evocar la memoria de nuestros ancianos, privándonos así de la inmunidad necesaria para hacerle frente a la adversidad.
Con la tempestad, se cayó el maquillaje de esos estereotipos con los que disfrazábamos nuestros egos siempre pretenciosos de querer aparentar; y dejó al descubierto, una vez más, esa (bendita) pertenencia común de la que no podemos ni queremos evadirnos; esa pertenencia de hermanos.
«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». Señor, esta tarde tu Palabra nos interpela y se dirige a todos. En nuestro mundo, que Tú amas más que nosotros, hemos avanzado rápidamente, sintiéndonos fuertes y capaces de todo. Codiciosos de ganancias, nos hemos dejado absorber por lo material y trastornar por la prisa.
No nos hemos detenido ante tus llamadas, no nos hemos despertado ante guerras e injusticias del mundo, no hemos escuchado el grito de los pobres y de nuestro planeta gravemente enfermo. Hemos continuado imperturbables, pensando en mantenernos siempre sanos en un mundo enfermo.
Ahora, mientras estamos en mares agitados, te suplicamos: “Despierta, Señor”. «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». Señor, nos diriges una llamada, una llamada a la fe. Que no es tanto creer que Tú existes, sino ir hacia ti y confiar en ti. En esta Cuaresma resuena tu llamada urgente: “Convertíos”, «volved a mí de todo corazón» (Jl 2,12).
Nos llamas a tomar este tiempo de prueba como un momento de elección. No es el momento de tu juicio, sino de nuestro juicio: el tiempo para elegir entre lo que cuenta verdaderamente y lo que pasa, para separar lo que es necesario de lo que no lo es. Es el tiempo de restablecer el rumbo de la vida hacia ti, Señor, y hacia los demás.
Y podemos mirar a tantos compañeros de viaje que son ejemplares, pues, ante el miedo, han reaccionado dando la propia vida. Es la fuerza operante del Espíritu derramada y plasmada en valientes y generosas entregas. Es la vida del Espíritu capaz de rescatar, valorar y mostrar cómo nuestras vidas están tejidas y sostenidas por personas comunes —corrientemente olvidadas— que no aparecen en portadas de diarios y de revistas, ni en las grandes pasarelas del último show pero, sin lugar a dudas, están escribiendo hoy los acontecimientos decisivos de nuestra historia: médicos, enfermeros y enfermeras, encargados de reponer los productos en los supermercados, limpiadoras, cuidadoras, transportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas y tantos pero tantos otros que comprendieron que nadie se salva solo.
Frente al sufrimiento, donde se mide el verdadero desarrollo de nuestros pueblos, descubrimos y experimentamos la oración sacerdotal de Jesús: «Que todos sean uno» (Jn 17,21). Cuánta gente cada día demuestra paciencia e infunde esperanza, cuidándose de no sembrar pánico sino corresponsabilidad. Cuántos padres, madres, abuelos y abuelas, docentes muestran a nuestros niños, con gestos pequeños y cotidianos, cómo enfrentar y transitar una crisis readaptando rutinas, levantando miradas e impulsando la oración. Cuántas personas rezan, ofrecen e interceden por el bien de todos. La oración y el servicio silencioso son nuestras armas vencedoras.
«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». El comienzo de la fe es saber que necesitamos la salvación. No somos autosuficientes; solos nos hundimos. Necesitamos al Señor como los antiguos marineros las estrellas. Invitemos a Jesús a la barca de nuestra vida. Entreguémosle nuestros temores, para que los venza.
Al igual que los discípulos, experimentaremos que, con Él a bordo, no se naufraga. Porque esta es la fuerza de Dios: convertir en algo bueno todo lo que nos sucede, incluso lo malo. Él trae serenidad en nuestras tormentas, porque con Dios la vida nunca muere. El Señor nos interpela y, en medio de nuestra tormenta, nos invita a despertar y a activar esa solidaridad y esperanza capaz de dar solidez, contención y sentido a estas horas donde todo parece naufragar.
El Señor se despierta para despertar y avivar nuestra fe pascual. Tenemos un ancla: en su Cruz hemos sido salvados. Tenemos un timón: en su Cruz hemos sido rescatados. Tenemos una esperanza: en su Cruz hemos sido sanados y abrazados para que nadie ni nada nos separe de su amor redentor. En medio del aislamiento donde estamos sufriendo la falta de los afectos y de los encuentros, experimentando la carencia de tantas cosas, escuchemos una vez más el anuncio que nos salva: ha resucitado y vive a nuestro lado.
El Señor nos interpela desde su Cruz a reencontrar la vida que nos espera, a mirar a aquellos que nos reclaman, a potenciar, reconocer e incentivar la gracia que nos habita. No apaguemos la llama humeante (cf. Is 42,3), que nunca enferma, y dejemos que reavive la esperanza.
Abrazar su Cruz es animarse a abrazar todas las contrariedades del tiempo presente, abandonando por un instante nuestro afán de omnipotencia y posesión para darle espacio a la creatividad que sólo el Espíritu es capaz de suscitar. Es animarse a motivar espacios donde todos puedan sentirse convocados y permitir nuevas formas de hospitalidad, de fraternidad y de solidaridad.
En su Cruz hemos sido salvados para hospedar la esperanza y dejar que sea ella quien fortalezca y sostenga todas las medidas y caminos posibles que nos ayuden a cuidarnos y a cuidar. Abrazar al Señor para abrazar la esperanza. Esta es la fuerza de la fe, que libera del miedo y da esperanza.
«¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». Queridos hermanos y hermanas: Desde este lugar, que narra la fe pétrea de Pedro, esta tarde me gustaría confiarlos a todos al Señor, a través de la intercesión de la Virgen, salud de su pueblo, estrella del mar tempestuoso. Desde esta columnata que abraza a Roma y al mundo, descienda sobre vosotros, como un abrazo consolador, la bendición de Dios.
Señor, bendice al mundo, da salud a los cuerpos y consuela los corazones. Nos pides que no sintamos temor. Pero nuestra fe es débil Señor y tenemos miedo. Mas tú, Señor, no nos abandones a merced de la tormenta. Repites de nuevo: «No tengáis miedo» (Mt 28,5). Y nosotros, junto con Pedro, “descargamos en ti todo nuestro agobio, porque sabemos que Tú nos cuidas” (cf. 1 P 5,7).
Fuente: https://www.aciprensa.com/noticias/meditacion-de-papa-francisco-en-bendicion-al-mundo-e-indulgencia-plenaria-por-coronavirus-43852



jueves, 12 de marzo de 2020

Tiempos de Corona Virus o Covid19...

Ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia por el virus Covid19, popularmente conocido como CoronaVirus. Hace diez (10) años hubo un caso similar con el H1N1 o gripe porcina. La preocupación por el Covid19 empezó el 31 de diciembre del año pasado, aquí hay una línea del tiempo justo antes de la declaratoria oficial de pandemia y aquí una lista de varios sitios con información en tiempo real, como mapas e infografías, entre ellos este mapa de la Universidad Johns Hopkins.

El virus parece una gripa normal, pero ya hay 4.717 víctimas mortales y de 127.749 infectados solo hay 68.305 personas totalmente recuperadas, una tasa de 53.5%, casi un cara y sello...

Justo un día antes de la declaratoria de pandemia, un artículo en The Atlantic proponía cancelar todo, como única medida para frenar el virus. En Redes Sociales resumí el artículo en cuatro puntos y una cita:

  1. El virus ha mostrado una capacidad exponencial de contagio.
  2. La mortalidad del virus no es tan alta pero es peligroso y hay riesgo de muerte.
  3. Por ahora lo mejor es conservar la distancia para evitar la propagación del virus. ¡Cancelar todo!
  4. Que los poderoso no minimicen el tema.
  • "...This suggests that anyone in a position of power or authority, instead of downplaying the dangers of the coronavirus, should ask people to stay away from public places, cancel big gatherings, and restrict most forms of nonessential travel."

Para muchas personas era necesario un llamado a la calma y seguir considerando el virus como una simple gripa. Pero después de que la OMS declaró la pandemia, muchos países corrieron a tomar las medidas que venían aplazando desde hace un mes. Estados Unidos, por ejemplo, prohibió por un mes los vuelos desde Europa (excepto desde el Reino Unido). En Alemania, Angela Markel manifestó que se estimaba un contagio entre el 60% y el 70%. En Colombia no tenemos liderazgo ni presidente, pues está enfocado en desmentir las evidentes verdades sobre compra de votos y ñeñe política y un largo etcetera pues tiene una pésima imagen de 23%...

Mientras tanto, el precio del dolar sigue subiendo, el del petroleo bajando y las bolsas se caen. Además de la crisis de pánico e incertidumbre, se avecinan serios problemas económicos y en Colombia todo sigue igual, los gobernantes no sirven. En la frontera con Venezuela, aquí en Cúcuta, por ejemplo, cada día es peor y la falta de humanidad, la crueldad y la trata de personas son la base de la economía local.

Hay quienes han convertido el tema en un meme y quienes consideran exageradas las medidas de la OMS y los gobiernos.

...

Esta nota la dejé en borrador el 12 de marzo y la publico hoy 17 de marzo... En Colombia ya  hay 75 personas infectadas con el virus...

Ese 12 de marzo, mientras los estudiantes presentaban un quiz, me puse a escribirla porque tenía el presentimiento de que era tarde para reaccionar... Justo después del 12 de marzo todo cambió en Colombia...

Pienso en este momento, luego de haber escritro otra nota sobre el mismo tema: Si varios colombianos inquietos veíamos venir la situación ¿por qué Duque no obró con oportunidad? ¿Tan poca visión tienen él y sus asesores?

Justo hace unos minutos habló por televisión para anunciar la medida que debió tomar hace un mes. Y comenzó diciendo que estaban trabajando en el tema desde el año pasado... mentiroso...

jueves, 6 de febrero de 2020

Sobre el suicidio

El año pasado se suicidó un estudiante de la Universidad Javeriana. Se llamaba Jhonnier David Coronado Vanegas, era un estudiante de Tame Arauca y tenía una beca del gobierno nacional (programa Ser Pilo Paga del gobierno Santos, que el gobierno Duque cambió por Generación E -Excelencia/Equidad-). En ésta resolución del Ministerio de Educación, en la página 10, en el numeral 49, aparece la distinción Andrés Bello a este estudiante.

En medios de comunicación hablaron mucho del tema. Aquí hay una entrevista de la emisora LaFM a uno de sus compañeros. Como esta entrevista, hubo muchos comentarios y artículos sobre el tema. Todos coincidieron en que el muchacho sufría de depresión y en que la causa a este tipo de situaciones es la presión social y económica y, muy especialmente, la cultura (la cultura se come todo, no solo la estrategia, parafraseando a Peter Drucker).

También  plantearon que influye mucho la presión académica, pues hay muchos factores que los numeritos de las Pruebas ICFES (Saber 11) no miden. Uno de esos factores es la capacidad de insistir en cambiar un mundo que debe ser cambiado y de no rendirse, de seguir luchando a pesar de tener evidencia de que se fracasará y que ese fracaso será por la cultura y no porque uno esté equivocado o porque uno sea incapaz (eso que llaman resiliencia y que hoy es tema de moda). Y entonces, esa certeza del fracaso, sin importar la resilencia, genera un sinsentido de la vida que lleva a ese extremo del suicidio o también a los extremos de la violencia y la guerra.

Sobre ese sinsentido que lleva al suicidio, leí en un artículo dice lo siguiente: "El suicida entonces, a mi modo de ver, es antes que nada alguien que se atreve a expresar, del modo más rotundo y dramático, su inconformidad con un mundo muy mal construido". Y yo agregaría, "que no será posible deconstruir".

Entonces recordé la novela El Tunel de Ernesto Sábato, del cual transcribo un fragmento que me impactó cuando leí esa novela hace más de veinticinco (25) años:

"...El suicidio seduce por su facilidad de aniquilación: en un segundo, todo este absurdo universo se derrumba como un gigantesco simulacro, como si la solidez de sus rascacielos, de sus acorazados, de sus tanques, de sus prisiones no fuera más que una fantasmagoría, sin más solidez que los rascacielos, acorazados, tanques y prisiones de una pesadilla.
La vida aparece a la luz de este razonamiento como una larga pesadilla, de la que sin embargo uno puede liberarse con la muerte, que sería, así, una especie de despertar. ¿Pero despertar a qué ? Esa irresolución de arrojarse a la nada absoluta y eterna me ha detenido en todos los proyectos de suicidio. A pesar de todo, el hombre tiene tanto apego a lo que existe, que prefiere finalmente soportar su imperfección y el dolor que causa su fealdad, antes que aniquilar la fantasmagoría  con un acto de propia voluntad. Y suele resultar, también, que cuando hemos llegado hasta ese borde de la desesperación que precede al suicidio, por haber agotado el inventario de todo lo que es malo y haber llegado al punto en que el mal es insuperable, cualquier elemento bueno, por pequeño que sea, adquiere un desproporcionado valor, termina por hacerse decisivo y nos aferramos a él como nos agarraríamos desesperadamente de cualquier hierba ante el peligro de rodar en un abismo..."
Tenía guardado en mi blog estas ideas desde el día del suicidio del estudiante y algo de esto había compartido en un grupo de WhatsApp con profesores. Hoy volvieron a mi memoria y decidí escribir y publicar porque leí la noticia sobre la Pastilla Mortal en Holanda, una pastillas que le permite a las personas mayores de setenta (70) años decidir cuándo morir, sin importar su estado de salud. Y entonces me declaro en desacuerdo, pues una cosa es que una persona decida terminar su vida en un momento desesperado, como lo narra Sábato en El Tunel y otra muy diferente es que como sociedad y como gobierno se deje el camino libre para morirse. Yo decido aferrarme a la vida, sin importar los obstáculos que debamos enfrentar.

Finalmente, pienso que debemos enseñarle a nuestros estudiantes y familiares a que se aferren a la vida, sin importar que a veces nos invada ese sinsentido de que nada puede cambiarse. Y también, debemos estar pendientes de aquellas personas que nos dan señales de querer llegar a ese extremo e intentar evitarlo...

martes, 4 de febrero de 2020

Adanismo y Gatopardismo

A fin e inicio de cada año, las organizaciones suelen formular planes. Y con mayor razón ahora que estamos en una transición de década, pues llegamos al 2020, aunque los matemáticos insistan que no es así, por aquello de que el cero es un punto de partida en la recta numérica del tiempo... Y algo común al formular esos planes es que se ignora el pasado y se genera la ilusión de que se está cambiando el presente, aunque en realidad llega el futuro y todo sigue igual...

A ese primer fenómeno de "ignorar el pasado" le suelen llamar "adanismo" y al segundo, el de "cambiar para seguir igual", le llaman "gatopardismo". Son dos palabras que aparecen en columnas sobre política, en especial para criticar decisiones y acciones de los gobiernos de turno. Y para aquellos a quienes les molesta la política, conviene recordar que los humanos somos seres políticos por naturaleza, tal como lo afirmó Aristóteles.

Pues bien, esa palabra adanismo se la atribuyen al filósofo y escritor español José Ortega y Gasset. Pero el origen del término no es fácil de encontrar de manera explícita, por lo menos no de la manera en que se usa hoy en día. Después de mucho buscar, al parecer el adanismo surge en el capítulo 11 del libro Meditaciones del Quijote

"Nuestros grandes hombres se caracterizan por una psicología de adanes. Goya es Adan—un primer hombre."




En esencia, el adanismo es la costumbre de comenzar todo desde cero, de creer que nada existió antes, de emprender proyectos ignorando el pasado, ignorando tanto lo bueno, como lo malo. En esencia, una mala costumbre, pues por ese camino se termina en la manía de repetir indefinidamente lo mismo, de hacer y deshacer, como lo narra Gabriel García Márquez en Cien Años de Soledad, cuando cuenta que el coronel Aureliano Buendía se dedicaba a forjar pescaditos de oro que luego fundía para repetir un ciclo interminable... Hay unas palabras del escritor Juan Esteban Constaín que retratan muy bien el adanismo:
"..la costumbre perversa, sobre todo en un gobernante, de creerse el primer hombre, como Adán; la funesta obsesión de refundar el mundo y empezar de ceros..."

Por otra parte, el gatopardismo surge de la novela italiana Gatopardo, del autor Giuseppe Tomasi di Lampedusa, a partir de la expresión:

«Si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie» «Se vogliamo che tutto rimanga come è, bisogna che tutto cambi»

En este caso no se trata de ignorar el pasado sino de anularlo, de que siempre sea presente, de detenernos en el tiempo y el espacio, de volvernos una fotografía, de que nada cambie... Se le apuesta a un montón de proyectos sin sentido, a un montón de cambios que parecen revolucionarios o como le llaman ahora, disruptivos. Pero en realidad todo sigue igual, todo se conserva, el gatopardismo no es más que una estrategia de los políticos conservadores que se aferran al poder simulando que hacen transformaciones, pero en realidad caen en la manía adanista de hacer y deshacer...

En resumen, el adanista o el gatopardista son como lo dice la canción La Masa de Silvio Rodriguez: 

"...Un servidor de pasado en copa nueva
Un eternizador de dioses del ocaso..."

Ojalá que este año 2020 nos permita luchar contra los adanistas y gatopardistas y considerar los miles de años de humanidad para generar realmente cambios y transformaciones. Que la disrupción que se promete con las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) sea una realidad y que la educación cambie y nos cambie, que no sigamos en soledad por cien años más haciendo y deshaciendo pescaditos de oro...

Referencias:
  • https://www.gutenberg.org/files/57448/57448-h/57448-h.htm#150
  • https://web.archive.org/web/20180207042504/http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-12923900
  • http://web.archive.org/web/20200204204803/https://www.lasprovincias.es/valencia/20090402/opinion/zapatero-adanismo-20090402.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F
  • https://web.archive.org/web/20200204204442/http://www.janantoon.be/sobre-el-adanista/
  • http://web.archive.org/web/20200204204639/https://www.elcomercio.es/v/20110717/gijon/peligros-adanismo-cultural-20110717.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F 
  • https://archive.org/details/B091965/page/n13/mode/2up
  •  http://self.gutenberg.org/articles/il_gattopardo_(novel)


lunes, 13 de enero de 2020

Comprueban que el cerebro humano es necio, pero aún no se sabe por qué

Leí hace unos día un artículo del periódico El País titulado "El cerebro nos impide ver la fuerza de los argumentos que nos contradicen". El artículo se relaciona mucho con las dos últimas entradas (sobre dos videos TEDx). Parece que estamos condenados a ser lo que aprendemos en la familia, la escuela y la calle, pues el cerebro se niega a cambiar de parecer, incluso cuando hay argumentos contrarios mucho más sólidos y evidentes que los nuestros.

Por eso debemos ser cuidadosos con lo que aprendemos y enseñamos y con las personas con quienes nos relacionamos, confiamos y creemos. Lo mejor es aprender a dudar desde niños, una duda permanente y metódica, una postura científica. No se trata de irse al extremo de no creer en nada, sino de mantener el cerebro abierto a nuevas ideas, de permitirnos evolucionar y cambiar. Conversar con personas de diferentes visiones y lograr acuerdos.

Si esos experimentos que menciona el artículo son 100% confiables y válidos y nuestro cerebro es necio por naturaleza, de pronto no tiene sentido buscar el por qué ni tratar de cambiarnos. Vamos a tener que consolarnos con la poesía y la música, como la canción El Necio de Silvio Rodriguez:


 Para no hacer de mi icono pedazos,
para salvarme entre únicos e impares,
para cederme un lugar en su Parnaso,
para darme un rinconcito en sus altares
me vienen a convidar a arrepentirme,
me vienen a convidar a que no pierda,
mi vienen a convidar a indefinirme,
me vienen a convidar a tanta mierda.

Yo no sé lo que es el destino,
caminando fui lo que fui.
Allá Dios, que será divino:
yo me muero como viví.

Yo quiero seguir jugando a lo perdido,
yo quiero ser a la zurda más que diestro,
yo quiero hacer un congreso del unido,
yo quiero rezar a fondo un hijonuestro.
Dirán que pasó de moda la locura,
dirán que la gente es mala y no merece,
mas yo seguiré soñando travesuras
(acaso multiplicar panes y peces).

Dicen que me arrastrarán por sobre rocas
cuando la Revolución se venga abajo,
que machacarán mis manos y mi boca,
que me arrancarán los ojos y el badajo.
Será que la necedad parió conmigo,
la necedad de lo que hoy resulta necio:
la necedad de asumir al enemigo,
la necedad de vivir sin tener precio.