Mirando las redes sociales uno ve críticas de todos los lados y las reaciones. Hay muchas fallas en el ejercicio del poder, en todos los ámbitos, contextos y niveles. El actual Gobierno Nacional es el máximo exponente, pero su talante se refleja y replica en los microcontextos.
Uno ya no tiene claro si el alto gobierno es el reflejo de una cultura de país o si es al revés y se sigue el mal ejemplo de los más poderosos. Yo pienso que hay una mezcla de ambos.
De cualquier manera, se me ocurrieron algunas ideas y las organicé en estos cinco puntos:
- La crítica no es apología al odio y la anarquía, sino una manifestación libre del desacuerdo y la diferencia en el pensar, saber, hacer y ser. La crítica es fundamental para avanzar.
- Manipular la información y los medios de comunicación para ocultar debilidades y errores en lugar de reconocerlos, disculparse y corregir no resuelve los problemas de fondo que generan las críticas. Es todo lo contrario, perpetúa los problemas, es la filosofía del gato, de esconder debajo del tapete.
- Internet facilita la crítica y a veces la lleva al extremo. Sucede lo mismo con la manipulación de la información y los medios. Fracasamos cuando se cae en estos tres errores.
- Cuando hay crítica, hay que hacer equipo con quienes la hacen, unir las diferencias y trabajar cooperativamente, de manera transparente y abierta. Este es el camino apropiado en un mundo digital: modelos abiertos y colaborativos, en lugar de los modelos del pasado, cerrados y autocráticos.
- Dicen los teóricos que el futuro de la educación es el Pensamiento crítico, la comunicación efectiva y afectiva, el trabajo en equipo y liderazgo colectivo y la digitalización, Internet, las TIC, etc. Pero lo que uno ve es que los poderosos van en contravía de toda esa teoría, aunque la usan en su discurso para legitimar su equivocado camino 😔🤔
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