En la Universidad donde trabajo nos vinculamos con la Sociedad Colombiana de Computación. Su actual Presidente, Jovani Carreño, es una gran persona y virtualmente hemos estado trabajando en varios temas, sin conocernos de manera presencial y sin otro vínculo que el interés mutuo de hacer cosas y cambiar el mundo.
El año pasado se unieron personas de varios países y organizaron el primer Seminario Iberoamericano de Pensamiento Computacional (SIPECO), entre ellas Jovani, junto a Maria Eugenia Gonzalez, otra gran persona. Por la pandemia fue virtual, con presencia de Argentina, Uruguay y Colombia.
Para este año 2022 me invitaron a ser evaluador y conferencista central, para compartir las experiencias del trabajo que vengo realizando en Programación Competitiva, en la Universidad Francisco de Paula Santander y con la Red de Programación Competitiva. Acepté, con la duda de si podía viajar, debido a los trámites administrativos y a la incertidumbre de la pandemia.
Finalmente las cosas se dieron y pude viajar. Salí de Cúcuta el lunes festivo 4 de julio, en la noche, dormí en Bogotá y madrugué a salir el martes 5 de julio. El avión salió a las 8 a.m. en punto y a eso de las 12:50 p.m. ya estaba en Ciudad de Mexico. Luego de almorzar en el Aeropuerto Benito Juarez, tomé un autobus hacia Xalapa y llegué allí a eso de las 8:30 p.m., aún con la luz de sol visible, por ser hemisferio norte y por estar en verano.
Estuve en el evento muy atento y participativo los tres días, de miércoles a viernes y regresé el sábado. Allí conocí presencialmente a Jovani y Maria Eugenia y a personas de Mexico maravillosas, que llevaré siempre en mis recuerdos, tanto que quiero dejarlo escrito en este blog y dejar las fotografías.
En primer lugar Marcela Quiroz Castellanos, la directora del Instituto de Investigaciones en Inteligencia Artificial y el Doctorado en Inteligencia Artificial, de la Universidad Veracruzana en Xalapa. En sus manos estuvo la coordinación de todo el evento y la atención de quienes asistimos desde Colombia. Ojalá volvamos a vernos y ojalá desde la distancia podamos mantener comunicación y trabajar juntos en los temas e intereses comunes.
En segundo lugar Karina Figueroa, junto a su esposo Cristian y su hermana Adriana. Karina es la presidenta de la Sociedad Mexicana de Computación, trabaja en la Universidad de Michoacan y nos orientó un taller interesante sobre Pensamiento Computacional. Es Doctora, pero con la humildad del conocimiento y la comprensión de nuestro papel como profesores. Pude aprender mucho de Karina y espero poder replicar ese aprendizaje en mi contexto.
En tercer lugar, una pareja de esposos: el profesor Guillermo de Jesus Hoyos Rivera, doctor en Informática y su esposa Susana Velasco, profesora de preescolar y música. Pude conversar (platicar dicen en México) muchísimo con ellos dos. Grandes conversadores, seguro grandes lectores por su vocabulario y habilidad para escuchar y hablar. Grandes personas. Memo (Guillermo) fue quien me recogió en el terminal de Xalapa el martes cuando llegué. Y no paramos de hablar. Y cuando expuse mis ideas en mi conferencia, dijo "me dejaste con la boca abierta" y algo así como "muchas de las cosas que he pensado las trajiste en tu plática". Esas palabras fueron una retroalimentación muy positiva para mi trabajo, pero más que eso, toda la atención y la charla que sostuve con ambos, me condujo a pensar en muchos aspectos de mi vida personal y profesional y me llenó de muchos sentimientos bonitos para seguir adelante.
Memo y Susana me contaron que tienen dos hijas, una es arqueóloga y la otra es restauradora de arte y, aunque por fortuna se alejaron de nuestra disciplina computacional, terminamos hablando de las Humanidades Digitales y de la importancia de la sinergia entre las artes y la tecnología.
Con Susana hablamos de música y en medio del Jazz y una cerveza, le recité Oropel, mi canción favorita, el sino trágico o mágico de nuestro Macondo Colombiano y de la vida de casi todos. Susana tiene un canal de Youtube, que me compartió y le compartí mi canal, donde subí el video del grupo de Jazz que oímos ese miércoles 6 de julio.
Que el amor es simple y a las cosas simples las devora el tiempo
Demorate aquí
En la luz mayor de este mediodía
Donde encontrarás
Con el pan al sol, la mesa tendida...
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