Ayer escribí ¡Me rindo!
Pero luego volví a leer a Mújica, ese pasaje del escarabajo, "el bicho" que lucha incansablemente hasta regresar a su posición y sigue caminando... Ese pasaje sobre el éxito como la capacidad de fracasar y seguir intentándolo. Así que jamás me rendiré por completo.
Hoy volví a dormir una hora después de almuerzo, algo que no lograba hace muchos meses. ¿Por qué? Comienzo a asimilar muchas cosas, a aceptar, a soltar, a sanar...
Hoy madrugué a correr, hice una hora de ejercicio y luego lavé ropa, hice aseo, hice mercado, almuerzo...
Ahora voy a cortarme el cabello y sigo dejando en manos de Dios todo y sigo enfrentando mis decisiones, llevando a cabo los planes (con paciencia) y soñando, alimentando ilusiones, tratando de ser feliz...
Necesito que Dios me ilumine este corazón maltrecho. Porque hay una sonrisa, una mirada, una presencia que logró tomar el corazón hecho pedacitos y juntarlos... Y soy feliz, pero temo, soy inexperto e ingenuo...
Recordé ésta canción de Marta Gómez:
"...Ande con mañita almita mía
No vaya a ser que me la aporreen por ahí
Ande con cuidao' corazón mío
No vaya a ser que tanto amor
Me le haga daño corazón..."
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