Hoy no pensé que podría verte, incluso había planeado no escribirte y, como prometí, mantener mi ilusión aquí guardada, esperando.
Pero viniste a buscarme y jamás podré negarme a ese privilegio que me regalas. Ojalá disfrutes el regalo y me pienses...
Y simplemente quiero escribir que mi ilusión crece y estaré aquí esperando, como el bolero:
Eso que sucedió hoy estará en mi alma muy guardado y pensaré mucho...
Gracias, que regreses, piensame...
Además de esta alegría con mi espejismo del futuro, mis planes avanzan y mañana debo trabajar en esos planes.
Pido a Dios que siga conmigo, le doy gracias y confío en que podré mejorar mi vida y ser feliz...
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