Hoy tampoco salí a correr, me quedé durmiendo, quería dormir un poco más, recuperar energías que el insomnio me viene quitando. Así que apagué la alarma, cerré los ojos y traté de callar mi mente, de no pensar y dormir... Logre descansar, eso creo... me levanté casi a las 8 a.m. y aquí estoy en la oficina, son casi las 9 a.m.
Hoy es un día extraño, porque sólo sucede cada cuatro años. Pido a Dios que en cuatro años este mismo día pueda celebrar con alegría mi vida y que esté logrando tantos sueños frustrados...
Es complicado no pensar y al pensar es aún más complicado no sentir cosas... Vivo una montaña rusa de sentimientos... Sigo trabajando en recuperar mi atención y enfocarme en tareas productivas y gratificantes, a veces lo consigo, pero otras termino tocando fondo, buscando poesía para salvarme, tratando de escribir para liberarme... Así que escribí algo, un remedo de poema que dejé en la entrada anterior, disfrazando muchas cosas que quisiera gritarle al mundo...
Pienso en mi espejismo del pasado, en el dolor que viví junto a ella en su enfermedad y en lo vivido antes de su diagnóstico... Pienso en tantas cosas que hice para que se sintiera mejor, para hacerla sonreír, para calmar su llanto, agresividad, psicosis...
A veces terminaba metido en su mundo paralelo y cuando reaccionaba miraba el reloj, miraba el calendario, echaba mano de mi memoria y tantos recuerdos y soñaba con que las cosas mejoraran, con que todo se resolviera milagrosamente...
Cuando volvía a pensar con menos sentimiento y más razón, caía en cuenta que esos sueños no podían ser, que ese milagro no llegaría jamás y que si llegaba, ya no sería igual... porque ya no había eso que llaman amor, eso que dura unos pocos meses o años y que luego uno debe inventarse a diario para sostener una relación duradera... ya no lo había porque se me acabaron las fuerzas para seguir a diario cultivando...
Entonces, cuando eso sucedía, pedía a Dios una nueva oportunidad, cinco centavitos de felicidad, como dice la canción... y una casualidad o un milagro de Dios te trajo, mi espejismo del futuro y recobré las fuerzas para cultivar de nuevo, volví a sonreír, a escuchar canciones con esperanza y eso vengo haciendo...
En esta montaña rusa de sentimientos, mi abismo es la soledad, mi temor a quedarme solitario el resto de la vida, a morirme solo... Y el pico más alto han sido esos lindos momentos con mi espejismo del futuro, que anhelo al despertarme y al intentar dormir... Así que trato de ocuparme, distraerme, hacer algo que me mantenga neutro, que me permita fortalecerme para enfrentar ese abismo y ese pico, ojalá para mantenerme en el pico ;)
Voy a intentar hacer algunas cosas productivas en lo que resta de la mañana, porque mañana iniciaré clases, con los estudiantes nuevos de primer semestre... A diferencia de otros semestres, este año me siento triste y sin las energías que solía trasmitirles a los muchachos. Recuerdo sus caras de entusiasmo y admiración el primer día y su respeto y cariño en cada clase y son muchos los que ya se han graduado después de 8 años en esta rutina. Cada semestre me inventaba algo nuevo, cada semestre buscaba alguna innovación reciente para cautivar... Este año simplemente estoy como en la película del día de la marmota, repitiendo el mismo día todos los días, tratando de que cada día sea mejor y rompa el hechizo...
... Ojalá cuando vuelva a escribir sobre este día esté en un pico y no en el abismo o al menos esté en neutro...
Te pude ver al almuerzo, cuando pasaste y quise salir corriendo y abrazarte... y me quedé mirando el brillo del sol sobre tu cabello, hasta que te perdiste en la distancia...
...
7:47 p.m.
A veces quisiera salir corriendo lejos o dormirme muchos días y que el mundo siga su curso sin mi.... Uno a veces carga cruces que no debería cargar, pero así es la vida...
Volví a un lugar al cual no debí regresar y del cual no puedo irme o no podré irme. Estoy atrapado en un lugar que quisiera cambiar y que puedo ayudar a cambiar y me buscan para liderar ese cambio, pero sigo diciendo que no.
Porque paso un momento de mi vida muy complicado. Debo decidir si cargar la cruz, pese a que podría ser crucificado (muy probable) o quedarme como espectador y mirar desde lejos y esperar...
Solo tú, mi espejismo del futuro, sigues siendo ese pedacito de vida al que me aferro. Ese pedacito de felicidad. Y siento miedo de esto que siento por tí. Y fui a buscarte porque te necesitaba... De nuevo gracias y disculpas...
Mañana iniciamos la rutina de clases, debo lograr proyectar a mis estudiantes nuevos de primer semestre algo que no tengo: la motivación, energía, alegría...
Necesito que Dios me llene de su espíritu en esos espacios de clase, no importa que después deba sufrir aquí en mi soledad, pero que logre dar lo bueno que alguna vez hubo en mí...
Ay Dios, abrázame fuerte, que éste corazón resista, que este cuerpo aguante, que ésta alma mía siga adelante...
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