Domingo de Pascua de Resurrección, 7 y 15 a.m. No dormí bien anoche. Dormí a media noche y desperté a la media hora. Luego desperté cada 2 horas ...
Voy a intentar dormir un poco...
10:40 a.m.
Finalmente logré levantarme y bañarme. Comí un banano y estoy listo para irme a misa de 11 a.m. Tres días sólo: viernes, sábado y domingo, ya lo había hecho antes, logré llegar a 4 días, en enero...
Puedo seguir sólo y puedo soportar esa soledad sin refugiarme en el licor. Pero lo he logrado con tu ayuda, porque siempre respondes a mis mensajes, así sea con un emoticón. Y creo que debo comenzar a intentarlo totalmente sólo, sin enviarte mensajes... Pero no quiero o no sé cómo hacerlo...
De cualquiera modo, sé que ésta soledad no es lo que quiero para el resto de mi vida y a veces pienso en resignarme, regresarme y aceptar mi derrota... Pero si me regreso pienso que sería mucho más doloroso, triste y posiblemente me sentiría aún más sólo, como antes... Sería peor...
Sólo me queda Dios, que confío me tenga guardado un futuro mejor...
Por otra parte, esos sueños que tuve y verte en mis sueños me puso a pensar muchísimo... Espero que pronto salgan los resultados de los exámenes y que logre mejorar mi ritmo de sueño...
Voy a misa y luego regresaré al apartamento un momento, para decidir qué hago de almuerzo y qué hago después... Estaba pensando en ir al cementerio...
1:33 p.m.
Almorcé sólo... Y estoy sentado sólo tomándome un café... Hace 20 años debí explorar y seguro hubiese decidido diferente y hoy sería diferente... No puedo echar hacia atrás, debo vivir con ésto... ¿Cambiarán las cosas? ¿Qué debo cambiar yo? ¿Acaso debo resignarme y fingir que soy feliz con mi soledad? ¿Qué mal hice para merecer ésta condena?
Recordé una canción que canta Pablo Milanés, de Milton Nascimento:
La soledad
Es un pájaro grande multicolor
Que ya no tiene alas para volar
Y cada nuevo intento da más dolor...
Creo que eso me pasa... Pero necesito y quiero y se que puedo salir adelante. Aunque hay momentos muy difíciles y hoy es uno de esos: Quiero salir corriendo muy lejos y desaparecer, que nadie sepa de mí, perderme donde nadie pueda encontrarme, que todos sigan su vida sin mí... Quiero llorar, pero no lo hago, me endurezco por dentro... Ojalá pueda salir de esto...
4:30 p.m.
Me escribiste y tuve un suspiro de alegría al verte ahí conmigo en ese momento díficil. Pero luego me derrumbé y pudiste ver lo mal que estoy... Sigo aquí sentado, sólo. Un segundo café, cuando mi cuerpo pide licor para olvidar, pero sé que debo huir del licor...
Y pensar que mañana regresaré a la rutina, una rutina que a veces ayuda y a veces empeora todo...
05:58 p.m.
Acabo de recibir la llamada de un amigo, quién me felicitó porque soy consciente del túnel que empiezo a caminar, de mi depresión y ansiedad extremas y de la fuerza y optimismo con que trato de enfrentar este proceso. Y acabo de hablar contigo, bueno, de cruzar palabras. Quisiera poder verte, que me acompañes un poco y me abraces, que me digas una de esas cosas que sabes decirme y que siempre le ayudan... Ojalá, pero si no se puede, gracias y Dios nos bendiga a los dos...
Soy consciente de mi situación y estoy esperando resultados médicos para avanzar en mi vida. Debo mantener mi rutina diaria de madrugar a correr, eso me ayuda. Y debo seguir tratando de encontrarme de nuevo...
10:30 p.m.
Aceptaste salir a comer y borraste todo lo malo de éstos días sólo. Gracias. Inspirado en tí escribí este texto, porque sigo creyendo que es Dios quién está obrando en mi vida:
Dios siempre nos envía ese rayito de luz en nuestra tiniebla, esa gota de agua en nuestro desierto, ese arpegio que nos acompaña en medio de nuestra soledad, esa piedra que nos fortalece cuando ya no tenemos alientos, ese abrazo que nos reconforta cuando el alma se rinde, esa sonrisa que nos devuelve las ganas de vivir... Solo debemos saber buscarlo y verlo, ahí está y debemos agradecer, ser bondadosos, amorosos, confiar y sentir gratitud.
Iré a dormir y mañana madrugaré a correr y a trabajar. Dios, cuida nuestro sueño y nuestros sueños...
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